Echa una mirada a tu alrededor, infórmate, los más grandes emprendedores empezaron con pocos medios. Para muchos de ellos la clave estuvo en que tuvieron pocos medios en su haber cuando comenzaron a emprender. Más claro aún: muchos de ellos pudieron emprender porque empezaron con pocos medios.
Esta es la historia de comenzar la casa por el tejado o comenzar por todo lo alto. Rara vez ocurre o equivocado sería empezar así. Lo habitual ha sido empezar invirtiendo muchas horas de trabajo y golpeando el sueño de forma inflexible. Lo normal ha sido comenzar desde lo sencillo, de ahí su poder, el poder de lo sencillo, tan edificante como los retos que le acompañan cuando inicias la aventura.
Emprender con actitud humilde pero con ambición
Emprender desde lo sencillo es emprender con humildad. Pero emprender así también es hacerlo con los convencimientos más altos, tal vez altivos, tenaces, testarudos, que acompañan al emprendedor que minimiza el riesgo, que le da a este riesgo a fracasar fundamentalmente un significado inaudito, una interpretación genuina que lo convierte en una persona imbatible. Larry Page afirma que lo que falta muchas veces en los emprendedores es precisamente eso, la ambición de conseguir algo grande.
Podrá decirse que el 80% de los que emprenden fracasan, pero también podemos decir que no hay logro sin intento, que jamás se consiguió el resultado con un emprendimiento prestado. Sólo aquel emprendimiento que hiciste tuyo te llevó a la cima, al culmen de un proceso que es como la propia vida, una aventura necesaria de ser vivida.
El poder de lo sencillo te permite prestar atención a lo esencial y no dejarte llevar por lo accesorio. Te posibilita un emprendimiento donde las cualidades personales propias y de tu equipo se ponen por delante de las herramientas con las que, a veces, complicamos el itinerario de emprender.
Mira a tu alrededor y ve de lo simple a lo complejo
Piensa un poco y mira a tu alrededor. En la mayoría de las ocasiones la idea fue algo simple, el contexto un lugar sencillo, la persona un ser humilde pero con la mirada fija.
Un garaje para empezar a emprender. Ahí lo hicieron Jobs y Wozniak, Gates, Page y Brin. La soledad de un momento donde pocas ideas se pusieron en relación, el momento en que una persona con pocos medios y otorgando poder a lo sencillo, logró conquistar el más grande de los horizontes, el más preciado momento para sí mismo y para los demás.
Fueron ideas sencillas que combinadas se convirtieron en un hallazgo para la historia, un descubrimiento hecho realidad gracias a la expresión natural de algo simple.
Nunca subestimes tu historia, sobre todo si es sencilla… Te puede llevar a algo grande.