Después de la industrialización vino la capacidad del hombre de hacerse a sí mismo. Pero la vida moderna ha querido, y quiere, derribar esta forma de realización personal. Mas lo cierto es que no puede con ella.
Los intereses adulterados que ven al ser humano sólo como mercancía quieren hacer caja con esta concepción de la vida. Allí eres sólo un ataúd que debe ser llenado de cosas, muchas de ellas sin valor, a costa de tu bolsillo y, en ocasiones, tu pobreza.
Sin embargo, la capacidad de autorealización personal nunca fue abatida del todo en la historia. Toda época contó con una forma similar de auto-desarrollo de uno mismo.
Luego vino la organización de un sistema preparado para la fabricación del ser humano en serie. Con la maquinaria inventada hemos sido capaces de llegar lejos, pero su legado no ha sido solamente progreso, también ha conducido a mucha gente a la desesperación y al desastre en su historia personal, arrastrando a comunidades enteras a la penuria mientras otros yacían con los bolsillos llenos del negocio del saber.
Hay que pensar continuamente en esta ambivalencia para darse cuenta de que no todo es oro cuando hablamos de los sistemas educativos y las instituciones dedicadas a la formación.
La nueva época del hecho a sí mismo
Pero hoy, esta forma de autorealización cuenta con un marco nuevo. La capacidad es real porque los recursos han sido democratizados. Todo el mundo puede acceder a una forma más genuina de autoformación, dedicando tiempo en su vida, de una manera inteligente Y este tiempo y contenido luego podrán revertir en él o ella misma aumentando su libertad, su eficacia, su dinero, su felicidad…
Altucher cuenta la historia de Scott Young, sorprendente para quien sólo tiene fe en los sistemas de dicen garantizar el saber: escuelas y universidades. Young llama a esta experiencia The MIT Challenge. Altucher lo explica así: Cómo gastar 2.000 dólares y ahorrar 298.000 dólares. Para muchos podría parecen una historia más, pero hay que ser conscientes de que pasar por el MIT puede costar, como poco, 300.000 dólares. ¿Entonces? Hablamos de quien fue capaz de reírse del sistema.
Aprender por uno mismo
Siempre hay quien te dice en la cara que no es posible. Nunca vas a tener fácil programar tu vida, hay demasiados recursos públicos y privados implicados en el negocio del saber. El problema, ciertamente, no es tanto el negocio, como que muchos de los implicados en éste definen la situación como imposible para la libertad personal: niegan que puedas acceder al saber en nuestra época, privan a la persona de su capacidad de reescribir su historia, cercenan la responsabilidad personal.
Son aquellos de “el tren pasa una sola vez en la vida”, para añadir más adelante: “sólo te queda la opción de que estés con nosotros, te daremos lo que necesitas, nadie como nosotros…”. Y te lo crees…
¿Sabes qué es necesario? ¡Que aumentes la fe en ti mismo! Debes saber que tú puedes tomar las riendas de tu vida y aprovechar ese espacio de libertad para diseñar tus metas, tus propósitos y empezar a lograrlos para hacerte saber hasta dónde eres capaz.