No podemos existir sin asumir y no existimos sin esperar y querer. Son palabras de Mounier para una época que él consideraba de actitudes dimisionarias: la voluntad y el compromiso parecían estar en desconsideración y en retroceso paralelos.
¿Qué pasa hoy? ¿Ha cambiado la cosa? Si ciertamente el emprendedor considera la vida como una aventura, igualmente llega a ser consciente de que su existencia personal puede ser considerada como una inmensa prueba. ¡Cuánta frustración personal, en ocasiones familiar, cuando el emprendedor fracasa! ¡Inmenso el dolor que parece generarse en la propia persona, aún mayor cuando se observa el efecto de un emprendimiento fallido en quienes rodean al emprendedor!
El emprendedor no se conforma
El emprendedor, por definición, no es aquel que en su personalidad, y en la forma de existencia que se ha autoconformado, renuncia a favor de los hechos consumados, y ahí se acaba su historia. En su existencia, antes de “tener-que-ser-así-de-una-vez-y-no-de-otro-modo”, su verdadera naturaleza responde a un “poder-llegar-a-ser-continuamente-de-otra-manera”.
Esta es la naturaleza inconformista del verdadero emprendedor. Nunca se alimenta del compartimento estanco, de la cultura de lo enlatado. Nunca toma el alimento precocinado, el conocimiento masticado previamente. Todo tiene la virtud de ser con él de otra forma, una realidad nueva.
Ser honesto con uno mismo y con los demás, entonces, se convierte en la forma de guiar la vida, la suya y la de los otros a los que llega con sus ideas y proyectos hechos realidad. Y esto ocurre en un escenario que todos comprobamos lleno de alegría existencial y, también, de la tensión trágica que hace de nosotros seres de respuesta.
Esquivar la verdad quema mucho, no lo hagas
¿Hay otra forma de ser? Ciertamente hay muchas. Pero, ¿te imaginas esquivando siempre esta respuesta franca, la respuesta de la verdad que debes dar al mundo? Quienes lo hacen viven quemados por una situación en donde la mentira, el subterfugio y el argumento falaz hacen estragos a diario. Y en ese fuego, ni siquiera las cenizas que se generan valen para algo.
Ve al centro de ese dilema, sé honesto. Quedarás liberado de vivir dedicando horas al maltrato de tu conciencia. Ser honesto te permite liberar tiempo y energía indefinida para emprender y revalorizar el mundo.