Pones la televisión y te recuerdan que tienes que emprender. Enciendes la radio y el monográfico favorito iba sobre emprender en tiempos de desánimo, pero con final feliz incluido. Y navegas un poco por tu Facebook y Twitter y ya has dejado de asombrarte sobre casos de emprendedores de éxito que han sabido levantar capital y asombrar a inversores a los que tiene casi hipnotizados…
Sin embargo, te sigues diciendo NO delante de tu propio yo, y ya es hábito negar sobre emprender ante todo el mundo que te rodea. Vale, te conoces a la perfección el discurso teórico, sabes cuál es el proceso, no eres de esos indocumentados o desinformados optimistas que se lanzan a emprender sin cabeza, tú la tienes y sabes de qué va la cosa. Pero, ¿por qué te cuesta tanto?
¿Qué hay detrás de los emprendedores en serie?
Voy a hacerte la pregunta de otra forma. ¿Qué hay detrás de los emprendedores en serie? Me atrevo a decir que más allá de una determinada inteligencia para el mundo de los negocios, en particular un olfato agudo para el universo de las startups, dos son las cosas atribuibles a estos emprendedores en serie: suficiente energía personal y capacidad para la toma de decisiones.
A veces toda una vida cuesta madurar estos dos aspectos de la personalidad de la persona. La educación recibida y los acontecimientos habidos en la vida, enfrentados desde la autonomía, son claves para forjar un determinado carácter. Allí, un yo energético, ese que desde la asertividad da siempre pasos por delante, haciendo una particular lectura del riesgo y la incertidumbre, se convierte en el motor emprendedor. Desde allí, además, se proyecta la ola que arrastra a más personas gracias a la virtud del entusiasmo.
Resolver la falta de energía y la incapacidad para decidir
La falta de energía y la incapacidad para decidir son letales para quien quiere emprender, pero realmente no puede. Pero esta situación es reversible. Toma nota de lo que te digo:
Lo primero que tienes que saber es que estás aún a tiempo, que el tiempo no se ha agotado.
Alimenta tu yo de aquellas cosas que lo hacen fuerte y grande.
Rodéate de personas que te permiten crecer, aléjate de aquellas otras tóxicas.
Vive experiencias donde seas valorado. Irás ganando confianza en ti mismo, mejorando tu autoestima y autoconcepto, algo esencial para iniciar cualquier emprendimiento.
No olvides luego enfrentarte a decisiones en las que puedas poner a prueba tu nueva energía. Y si no aciertas, o fracasas, no cabes tu propia tumba, el mundo sigue necesitando de tu irrepetible y extraordinaria persona.
Para ello, date una nueva oportunidad. Y vuelta a empezar después de todas las lecciones aprendidas.