Si fuerte parece la pregunta, piensa por un momento una cosa: si algo ocurre alguna vez es que todo se acaba.
Mencionar la muerte hoy es poco más o menos elevar el grado apocalíptico de la vida. Habrá quien me diga, incluso, que no deben traerse debates tristes y negativos cuando hablamos de temas serios. Sin embargo, cuán importante es caer en la cuenta de que existe un final para cambiar el horizonte de la vida.
El acontecimiento es nuestro maestro interior
Cada época interpreta a su manera los grandes acontecimientos de la vida, aquellos que ocurren de siempre y aquellos que forman parte de su presente. Hoy hay fuerzas que elevan a categoría de tabú a la muerte. Su significado está no sólo desdibujado, en muchos lugares, incluso, prohibido. Es como si sólo tuviera permiso en nuestro cotidiano la propia vida, siendo poco bienvenida y hasta rechazada la muerte.
Pero luego ocurre que sin quererlo llega el final. Todo empieza con el final de una idea, el terminar de un proyecto, el momento en que acaba un emprendimiento… Finalmente llega el momento en que tú te vas, para siempre. Pero entonces, ¿estás preparado para ello?
Vida y muerte son evidencias de las que podemos ganar conciencia a diario o, por el contrario, realidades a las que podemos restar sentido hasta llevarlas arrastrando en nuestra propia existencia.
La muerte, en particular, es la gran verdad con la que, a veces, adoptamos una visión completa el tiempo que somos, el tiempo que vivimos. Ser conscientes de la misma no nos hace tristes realistas de algo que mejor olvidar, sino permanentes y conscientes seres de ese tiempo que vivimos. Esta visión de la realidad convierte la vida en un regalo y la existencia en un don.
Responde sí
Por eso, ¿estás preparado para morir? Responde sí porque eres consciente del don de la vida y de la existencia y, por eso, quieres convertirla en un gran proyecto lleno de oportunidades para ser más, llegar más, estar más disponible, darte entero, sin reservas, porque sabes ahora que ésta es la mejor forma de estar preparado y ayudar a otros a que lo estén.
No lo dudes, también cuando ayudas a los demás estás preparado. Y es importante estar preparado.