Se han escrito muchos decálogos. El mío es solo una humilde aportación.
Creo que estamos en el mejor momento de la historia. Puede que sea una apreciación personal, pero es lo que creo.
Para muchas personas decir esto no es verosímil, porque la vida está llena de crisis y catástrofes, naturales, sociales y personales. Pero esto también tiene que ver con el juego de mirar con ojos optimistas o pesimistas la vida.
Por eso, una posibilidad importante es afirmar que es tiempo de la verdad y para la verdad. Es tiempo del bien y de la bondad.
Cada día está lleno de oportunidades para ello. No temas a aquellos, ni les sigas, que te dicen que la vida es un tren que pasa. No es verdad.
Las oportunidades son como un autobús que pasa. Y pasa cada día. A cada hora.
LO IMPORTANTE ES SUBIRSE EN ÉL. Y CADA DÍA, A CADA HORA, TIENES UNA NUEVA OPORTUNIDAD. POR ESO, MANTÉN LA ESPERANZA.
Años de pesimismo
Recuerdo que me encontré con una persona pesimista. Fuera de España. Todo el tiempo quejándose de lo mal que estaba todo, de las pocas oportunidades que te ofrece la vida. Hablar con él era llenarse de tristeza.
Le escuché. Casi me pongo a llorar. Lógicamente este tipo de personas contagia, de la misma forma que contagian aquellos que nos rodean y que viven la vida con inmensa alegría. Estos últimos también tienen problemas, como todos. Pero los miran de otra forma, les dan otro significado. Los problemas ya no son tal, son oportunidades. Son personas posibilistas.
El pesimismo puede ser fruto de una vida estresada. Los pensamientos negativos te pueden llevar a estar deprimido, en un estado de ansiedad más o menos permanente.
La ansiedad te puede llevar a la depresión. De ahí se sale, pero cuesta más.
La conversación fue sincera con este amigo, cosa que siempre hay que agradecer: es la puerta abierta para una palabra transformadora. Así le di tres consejos:
- Conoce tus pensamientos negativos y trata de encontrar el origen de los mismos. Mira cómo te afectan y revisa tus creencias.
- Cuida tu lenguaje, mucho de lo que decimos se queda grabado en nuestra mente y, finalmente, se hace realidad.
- Practica la virtud, ayuda a los demás, el optimismo crece cuando lo compartes.
Para todo ello necesitas voluntad, propósito y determinación. Y esto está al alcance de tu mano.
Decálogo para una vida con futuro
A aquel joven amigo y a ti mismo que me lees te propongo este decálogo. A mí me ha ayudado mucho.
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Todas las dificultades, conflictos, trastornos y dudas están bellamente orquestadas para promover nuestro crecimiento.
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La vida es un gran proyecto, apasiónate.
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Aprende, convierte la vida en un puro aprendizaje.
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Persigue con esfuerzo y determinación tu sueño.
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Preocúpate por la economía del bien común.
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Coopera, colabora, comparte.
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La amabilidad es lo que construye negocios que perduran.
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Sé responsable. Fija tus objetivos.
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Mantén tus promesas. Cumple tus tareas.
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Y hazlo con humildad, este es el ingrediente para crear un bello legado.
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