LA TIRANÍA DEL ALGORITMO DE UNOS CUANTOS
Esto es una verdad como un puño y no lo dice Isaac Asimov, lo podrías decir tú. Las máquinas inteligentes son una realidad hoy, aunque sus formas de inteligencia son ahora elementales, tanto que hay dudas de si se harán realidad o antes abortaremos una posible rebelión de las máquinas. Estas dudas, por el contrario, se disipan cada día, la inteligencia de las máquinas será más inteligencia y más artificialmente humana cada día hasta lograr el control total de la realidad humana, humanos que no habrán evolucionado como para hacer frente a este panorama que, de no ser inteligentemente pensado y reconducido, puede resultar desolador.
¿Qué dos aspectos son la señal de esta nueva realidad a la que nos enfrentamos? Por un lado el desarrollo de niveles nunca conocidos de inteligencia computacional y artificial, en el marco de la investigación en ingeniería cibernética, por otro lado, la conciencia de muchos o la mayoría de los investigadores involucrados en este campo, más cercana al diseño del objetivo total de pensar que existe la posibilidad real, sólo es una cuestión de tiempo, de que una gran máquina inteligente podía y debía gobernar las necesidades humanas, las presentes y las futuras, sin importar dónde, el objetivo estaría marcado por la voluntad de encontrar un servicio definitivo para la satisfacción total de las necesidades del ser humano.
Un ser humano «con corazón» ha sido, hasta ahora, el artífice de una historia de la humanidad llena de luces y de sombras, llena de felicidad y, también, de tragedias difíciles de explicar con la sola razón. A partir de ahora, máquinas inteligentes, capaces de interpretar la realidad emocionalmente, ¿conducirán al mundo hasta un final felizmente diseñado o la tiranía del algoritmo de unos cuantos llevarán a la humanidad hacia un final de muerte y desesperación?