La sensación de abandono es una de las sensaciones más frecuentes en la vida de cada uno de nosotros. Habrá quien diga que no la ha sentido jamás, pero esto, repito, no es ciencia, es una experiencia que a lo largo de nuestra vida sentimos por momentos.
La sensación de abandono nos llena de temor, nos paraliza, nos entristece, supone una ruptura afectiva, real o imaginaria. Produce en nosotros una sensación de soledad, también de no ser apreciados en lo que somos o valemos.
El abandono se acumula en nuestra memoria
Esta experiencia ya la tenemos en la más temprana edad cuando experimentamos desatención de nuestros padres, la llegada de un nuevo hermano o un castigo que consideramos excesivo o mayor que en otros miembros de la familia, entre otros. Más adelante la sensación de abandono, que produce una inmensa tristeza y parálisis, aparece unida al sentimiento de lo que consideramos injusto, por ejemplo, la minusvaloración de otra persona.
En todos estos casos pueden darse reacciones que en ocasiones observamos a nuestro alrededor, o bien experimentamos nosotros mismos: la gente se repliega sobre sí misma, o bien se percibe una cierta agresividad para tratar de compensar un ambiente que se considera hostil e injusto.
Superación del abandono cuando emprendemos
La sensación de abandono cuando emprendemos es una experiencia real. Familia, amigos, aquellos que están más allá y pensamos que nos iban a ayudar (Administración), nos dejan solos ante nuestras ideas y el mundo. En este caso, ¿qué hacer?
Ante estos casos sugiero siempre que elabores una gran historia sobre ti mismo, tus ideas, tus proyectos, lo que te rodea, evitando sugestionarte negativamente, con aquello de “es imposible”, “no lo voy a lograr”, “todos están contra mí”.
La desilusión es otro problema. Aquí lo importante es no dejarnos guiar por determinadas ilusiones, es decir por una idea de lo que el otro o lo otro es. Ahí comienza la posibilidad real de superar el problema, porque doy significado y valor a lo que me rodea en función de la realidad y no de una ilusión sobre la misma.
Nunca se dijo que fuera fácil, pero hay que evitar decir que es imposible, porque no es cierto. Cada momento de nuestra vida supone una inmensa oportunidad, para ello alimenta tus ideas, abona tu pensamiento con palabras amables, y nunca pienses que estás sólo.
Muévete para demostrar que estás vivo y que buscas la verdad. Lo vas a lograr.
la sensación de abandono a veces es fundamental, para formarse interiormente, es parte de la vida sentir este afecto, que no es negativo, sino formativo, puesto que uno debe pensar…por qué sucedieron estas cosas? por qué soy débil es este aspecto? por que me rechazan o no me colaboran?
es fundamental crear una matriz DOFA donde se destaquen debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas. Las debilidades las convertiremos en positivo haciendo todo por lograr lo opuesto, oportunidades se toben tomar de inmediato, fortalezas se debe reforzar con adquisición de más de esa fortaleza, y las amenazas factores externos que no están en nuestras manos superarlas.
D e allí el refrán: «Conócete a tí mismo «