A una semana del comienzo de la Universidad en muchos lugares del mundo, siempre es bueno reflexionar sobre las competencias universitarias. El verano es largo o corto, según se mire, pero al menos es suficiente para pensar si tenemos que seguir hablando el lenguaje de las competencias.
Hay una idea que repito en cada charla, clase o conferencia que doy: tenemos que ser capaces de crear un clima de libertad, en donde nos sintamos emocional y racionalmente a gusto, para generar la máxima participación y, siendo así, el diálogo interior nos lleve a la mejora del conocimiento, a la profundización y perfeccionamiento de nuestra capacidad de aprendizaje.
Mis alumnos de Doctorado de la UNA, Paraguay
Tengo la dicha de creer que este clima fue logrado en el grupo de Doctorado en Educación de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción (UNA, Paraguay), en donde hace no mucho impartí un curso en este programa de postgrado titulado Gestión del conocimiento, el cambio y las innovaciones. Este es un tema importante y que proporciona, si se dan las circunstancias, la posibilidad de un cambio de mentalidad y la introducción de un lenguaje nuevo. Ambos pueden permitir un trampolín de la innovación y el salto a la mejora.
El tema del día era el elocuente de las competencias en la Universidad, teorizado por múltiples autores e impuesto como paradigma dominante por la política educativa de decenas de países alineados en el presupuesto: competencias = empleabilidad (esto siempre dicho sin ninguna acritud).
Luego de muchas ideas generadas por el grupo, formado por mis alumnos (todos altos profesionales en ejercicio) y yo, sobre los marcos necesarios para entender las competencias, fundamentalmente el marco social, el universitario y el didáctico, dejé para el final un pequeño ejercicio por grupos en donde cada grupo tenía unos minutos para escribir en papelitos de colores 3 competencias generales que los universitarios deberían desarrollar por el mero hecho de ser universitarios, y un minuto para comunicarlos con eficacia a los demás compañeros del grupo-clase.
Lo que opinan mis alumnos
El resultado demostró algunas verdades esenciales que explican las respuestas necesarias que el ser humano tiene que dar a los tiempos que corren, en Paraguay y en cualquier otro lugar del mundo, al menos similar al nuestro. La Universidad, para ello precedida del resto del sistema educativo no universitario, puede ser un eficaz instrumento.
Las competencias generales que los universitarios deben alcanzar, las cuales resumen el sentir de los grupos, repetidas por todos, son las siguientes:
1) Comunicativas: verbal, idiomas, tecnologías.
2) Juicio crítico: investigar e innovar.
3) Proactividad: trabajo en equipo, liderazgo, emprender.
Son realmente tres “competencias” que conectan o se desprenden de los tres fines esenciales de toda Universidad que se precie de serlo (estos fines en múltiples ocasiones caen en el olvido): promover la cultura de excelencia, la creación de nuevo conocimiento (para ello es de vital importancia la investigación y la innovación) y la enseñanza de una profesión.
Una pregunta y una respuesta final
Y es sólo un ejemplo. ¿Por qué llevamos años diciendo que es esto realmente lo que promovemos en la Universidad, siendo que una vez fuera de la misma no somos capaces de generar ideas nuevas que podamos convertir en negocios reales?
Y esta otra pregunta no puede ser retórica. ¿Qué diferencia la Universidad de Harvard o la Universidad de Stanford de cada una de nuestras Universidades? Una vez lees el libro de Steven Johnson, Las buenas ideas. Una historia natural de la innovación, eres completamente consciente de algo: se trata del calado del ecosistema promovido por estas Universidades hasta proporcionar estas competencias. Esto lo puede ser todo.
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Apreciado MAESTRO:
Muchas gracias por la oportunidad de intercambiar oportunidades de aprendizaje. Ayer nomas conversando con un colega él refería que los paraguayos estamos ejerciendo hacia nosotros mismos la TANATOLOGÍA, porque teniendo todos lo necesario «consumimos lo que nos mata o lo que nos va matando» y no solo en sentido literal sino cultural, profesional y demás.
Conversábamos para implementar un programa de formación continua referente a salud mental comunitaria, y salio el tema de venta de drogas en las escuelas que el problema es mucho mas grave de lo que parece ya que en muchos casos los directivos hacen la vista gorda al tema – por ser parte o por que le puede afectar su carrera en el sistema.
Es decir Paraguay nos necesita a todos y si Ud., quiere ayudarnos a estar mejor preparados BIENVENIDO AL BARCO DE LA ESPERANZA.
MH
Querida Miguela,
siempre estaré en ese barco de la esperanza, gracias por tus palabras.
Desde luego, la tanatología no es eso, antes de seguir diciendo. Puedes mirar en internet. Pese a ello, entiendo lo que quieres decir y conozco los importantes problemas que tenemos, son muchos además. Pero si hay esperanza y ella la basamos en un plan de trabajo inteligente, estoy totalmente convencido de que se ganará al final; esta lección forma parte de la historia.
Ahora bien, han de funcionar los distintos poderes e instituciones del Estado: justicia, policía, gobierno de las escuelas, etc. Podremos comprobar que muchos de ellos no funcionan, por eso he afirmado, y me has oído decir esto en persona, que tenemos que estar también donde se toman las decisiones, porque si nosotros sí lo tenemos claro, entonces donde estemos se respirará diferente. Es ahí donde se manifiesta el verdadero líder, no sólo en su capacidad, también en su ética.
Un abrazo.
Concuerdo, estimado profesor, en que el ecosistema universitario modula fuertemente nuestra identidad profesional, y por lo tanto, sería en este espacio-tiempo formativo donde se favorece y estimula el desarrollo de la creatividad para generar ideas y proyectos innovadores, o en el que se limita los talentos y se cercena toda posibilidad. He ahí la potencia de pensar como generar este ecosistema impulsor de innovaciones, ahí, considero, está la clave. Por otro lado, me pregunto, para qué seguiría existiendo la universidad, si no para dar respuesta a las demandas de la sociedad actual y del futuro?. De nuevo gracias profesor, por mencionarnos en este espacio, y sobre todo por generar la oportunidad para seguir reflexionando. Saludos afectuosos desde Asunción del Paraguay.
Sandra
Querida Sandra:
Totalmente de acuerdo con tus apreciaciones sobre el ecosistema universitario, tema sobre el que se ha reparado muy poco. Haré una propuesta por email a todos vosotros…
Y muy bien lo que dices sobre dar respuesta a los requerimientos presentes y, también, futuros, he ahí donde está la clave en el sentido de que hay que responder a la pregunta ¿qué futuro queremos? Y si hablamos de futuro, ¿qué sabemos del mismo? Por tanto, ¿hacia dónde habría que plantear la formación y los elementos dele ecosistema, para generar uno u otro impactos?
Hay que reflexionar sobre todo ello, mientras tanto y y siempre generar un espacio para conectar ideas de la manera más plausible.
Un abrazo.
La responsabilidad como Universidades no es solo la de formar profesionales competentes, sino que además personas capaces de imaginar e innovar en la aplicación de sus conocimientos, todo esto con responsabilidad y teniendo como mira unas metas sociales solidarias.
La innovación de en las actividades de docencia, investigación y acción social posibilitan perspectivas más plurales que estimulan el diálogo sobre los modelos de desarrollo sostenible y promueven la creación de insumos que guíen la toma de decisiones sociales
«El cerebro tiene la capacidad de aprender, cambiar y mejorar desde el momento 0 hasta el segundo final, hacerlo o no, es una decisión nuestra».Estanislao Bachrach
Querida Nidia Teresa:
Exactamente por eso, porque es una decisión nuestra no debemos dejar al libre albedrío o a la generación espontánea la educación de niños y jóvenes. La razón nos la da la formación de nuestra mente a lo largo de los años, desde hace millones de años, nos hemos ido adaptando al ambiente que nos rodeaba, ahora, por tanto, de lo que se trata es de organizar el mejor ecosistema para que los impactos sean más profundos y duraderos. Siendo así, ¿qué tipo de impactos queremos? Mencionas el carácter solidario de la formación universitaria, así es y no cabe la menor duda, debemos generar siempre espacios para el bienestar de nuestro mundo, para la mejora de lo dado. Siendo así hay futuro.
Un abrazo.
La narración de esta experiencia continúa en la vida de cada doctorando/a. Para crear un clima de libertad, es necesario realizar con decisión cambios de mentalidad. Con valentía queremos, por tanto, disponernos a dejar esquemas consolidados, pero a veces un poco obsoletos, para mirar la tarea educativa con ojos nuevos. Esta mirada nueva, quiere ser la que ilumina las opciones y los pasos concretos.
La rapidez del cambio que caracteriza nuestro tiempo nos exige recorrer el camino de las Competencias Comunicativas; Juicio crítico y Proactividad; para descifrar continuamente los signos de los tiempos. Urge privilegiar, en cada relación, la cultura del encuentro en un clima de alegría y de esperanza.
Querida Myrian:
Tus palabras están cargadas de sentido y de esperanza, acertadas letras que quiero hacer mías con tu permiso. Una nueva mirada, como dices, llena de contenido que con acierto pongamos a disposición de todos para la mejora de nuestro mundo. Nuestra labor, como ves, está llena de una trascendencia enorme, muchas gracias por hacernos caer en la cuenta siempre.
Un abrazo.
La responsabilidad como Universidades no es solo la de formar profesionales competentes, sino que además personas capaces de imaginar e innovar en la aplicación de sus conocimientos, todo esto con responsabilidad y teniendo como mira unas metas sociales solidarias.
La innovación en las universidades de las actividades de docencia, investigación y acción social, posibilitan perspectivas más plurales que estimulan el diálogo sobre los modelos de desarrollo sostenible y promueven la creación de insumos que guíen la toma de decisiones sociales y esta característica.
Muchas gracias por el artículo.
Nos sentimos muy especiales, Profesor.
Prazer Sueli,
obrigado e sempre em contato!
Abraços!
José Manuel.
El toque de valores………
“El amor es el acto más perfecto de la libertad”, enseñar es dar amor… La práctica educativa debe ser la adhesión libre y radicalmente personal a los fines y valores del desarrollo humanizador, un acto de plena confianza y esperanza en los educandos y en la tarea que se está desarrollando, un acto, en fin, de ejemplo vivo y vivificador a través del cual el educando pueda descubrir un horizonte concreto de superación personal.
Gracias JM. !!!
Asunción – Paraguay
¡Qué más puedo añadir Violeta!, maravilloso comentario, muchas gracias.
José Manuel.