El problema del aumento de los alumnos aturdidos (1 de 3)

Hay nuevas alarmas en el mundo educativo. Una de ellas es el grado de aturdimiento con el que los alumnos salen de la Educación Secundaria y llegan a la Universidad, o salen de ella al difícil mundo del mercado laboral, al mundo de la vida real.

En relación a este último caso, cada día me encuentro más empresarios que me comentan lo complicado que les está siendo encontrar a alguien adecuado para su empresa. ¿Será que es verdad lo que dicen? ¿Cómo es posible que con tantos miles de jóvenes con un título de Graduado en ESO, Formación Profesional o universitario no haya nadie con la suficiente «capacidad» para hacer frente a los requerimientos de estas empresas?

¿Qué es el aturdimiento del alumnado?

He encontrado esta discusión en muchas familias y círculos académicos. Por doquier comentan el tema. Les interesa como padres y madres, también como profesores, porque entienden que un cierto grado de inmadurez ha hecho mella en muchos jóvenes de forma que les impide afrontar con seguridad, claridad y rigor la nueva etapa.

El aturdimiento juvenil es inmadurez porque manifiesta falta de sentido, un horizonte difuso sobre las cuestiones importantes de la vida, una mirada perdida y débil para lo esencial de la existencia.

En lo puramente psicológico estamos ante un ser inacabado, aún niño, desganado y desilusionado ante la creencia naciente en sí mismo de que la vida es decepcionante, porque piensa que en el momento que le toca vivir no existen oportunidades, el futuro es incierto y la existencia, probablemente junto con todo lo que emprenda, un cul-de-sac.

El trastorno bipolar pediátrico

Algunos análisis empiezan a conmover. El caso de Estados Unidos es impresionante. Mira lo que dice Leonard Sax.

Su libro El colapso de la autoridad. Cómo no abdicar ante la dictadura de las redes y de la presión social, del que hice un comentario en este artículo, describe de forma impactante una parte del problema. Ante la psicologización del problema en Estados Unidos, se pregunta si existen más casos hoy que hace unos años de trastorno bipolar pediátrico o trastornos de oposición desafiante, cuestión que relaciona con el tema. Su conclusión es clara: lo que ha cambiado es la forma de educar. La transferencia de la autoridad en educación de padres a hijos, también de profesores a alumnos, está siendo devastadora en muchos lugares del mundo.

El caso de los milennials

Otro que da pistas sobre lo que está pasando es Simon Sinek. Es magnífico el testimonio de Sinek, escritor y coach británico de 43 años, en el programa de televisión estadounidense Inside Quest en el mes de septiembre de 2016, algo que meses después se hizo viral. Di con Sinek hace años cuando me lo sugirió mi amigo Fran González Guillén. Autor muy recomendado del que seguiré escribiendo.

En ese testimonio Sinek analiza por qué los milennials (aquellos nacidos de 1984 en adelante) no son felices y fracasan en el entorno laboral. Son cuatro las causas según él: cómo los educaron sus padres, la adicción que desarrollan a la tecnología, la falta de paciencia y el ambiente competitivo del mundo laboral.

Su testimonio ha alcanzado en Youtube más de 7 millones de reproducciones, ha sido compartido más de 130.000 veces y tiene en su propio Facebook más de 17.000 comentarios. No ha pasado desapercibido.

Según explica Sinek una de las causas de la infelicidad de esta nueva generación es que sus padres (en palabras de Sinek) «les dijeron que eran especiales, que podían conseguir todo lo que quisieran en la vida sólo con quererlo». Las redes sociales no se quedan atrás. Éstas y los teléfonos móviles cultivan amistades superficiales y, como esa tecnología les permite disfrutar de todo al instante, no aprenden a controlar la impaciencia. De nuevo el autocontrol y la diligencia, de la que habla Leonard Sax.

Con este caldo de cultivo, al crecer, acceden a un mercado laboral que «valora más las ganancias a corto plazo que por la vida a largo plazo del joven», según Sinek. Y, ¿qué nos encontramos?

Milennials o no, parece que el aturdimiento sigue avanzando.

Si te gustó te pido que le des a ME GUSTA en Facebook, Twitter, Google+ y LinkedIn, allí también está este artículo. ¡Gracias por COMPARTIRLO!

Además, para recibir los artículos que voy publicando puedes suscribirte a mi blog. Puedes hacerlo en el margen derecho de esta web poniendo tu email y dándole al botón. ¡Gracias!