Aún no se cumplen los 25 años de mi primer viaje a Paraguay, eso será el año que viene.
Corría el año 1995, agosto, y me subía por primera vez a un avión rumbo a Hispanoamérica, concretamente Asunción, Paraguay. Pero de eso hablaré más adelante. Ahora, casi 25 años después, son decenas las veces que he podido disfrutar de y en este país, aprender de sus gentes y, también, dar todo lo que he podido, en un movimiento en donde cada vez que daba sin descanso, recibida, al menos, el doble. Un lujo.
En esta ocasión hacía un año que llevábamos hablando de mi participación en un congreso organizado por la Facultad de Enfermería y Obstetricia (FENOB), una de las actividades con la que se conmemoraba el 76 aniversario de la creación de esta casa de estudios de la Universidad más antigua de Paraguay, la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Finalmente no pude participar en este magnífico evento internacional por problemas de los vuelos, lo cual me dio la posibilidad de ir un mes más adelante a Paraguay y desarrollar una semana de intensas actividades en la capital y en ciudades del interior: Coronel Oviedo, Carapeguá y Concepción. ¡Una maravilla!
La invitación para estar en el congreso de la FENOB y, desde luego, poder impartir una serie de conferencias en territorio paraguayo se la debo al equipo decanal de la FENOB, al que estoy muy agradecido. No puedo olvidar las gestiones de dos buenas amigas, eficaces como pocas y buenas amigas: las profesoras y miembros del equipo decanal Miguela Juliana Hermosilla Villasboa y Rosa Ruffinelli.
Dedicaré varios a posts a contar este viaje, porque dio mucho de sí. De esta forma, dedicaré el de hoy a contar qué es lo que pasó el primer día, a pocas horas de aterrizar en el aeropuerto.
Gentileza paraguaya ante todo
Todos aquellos que habéis viajado a Hispanoamérica alguna vez en vuestra vida sabéis que no es un viaje corto, ni rápido. Se hace más llevadero si vais acompañados. Yo hice el viaje muchas veces solo. Vuelos largos, interminables horas en los aeropuertos, 3 o 4 aviones, según la organización de los vuelos. En esta ocasión sólo 3, lo cual es una ventaja.
En esta ocasión viajé con dos de mis hijos, lo que significa no sólo ir acompañados, sino también estar con aquellos a los que quieres darles todas las oportunidades de aprendizaje posible, para que las aprovechen en vida. ¡Tus hijos! Qué tal si decimos que un viaje de éstos equivale a un mes de colegio, tal vez dos… Esto siempre lo tenía presente.
Llegamos por la mañana temprano al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. ¡En este país hay tantas cosas así! Me refiero a que hasta el mismo aeropuerto lleva el nombre de un pionero de la aviación a nivel mundial, un joven aviador paraguayo adelantado a su tiempo. Pero arrancaba el lunes por la mañana, eran las 8:30. Había tiempo de llegar al hotel, descansar un poco, si bien enseguida teníamos la primera cita y toma de contacto con las autoridades de la FENOB.
Esperábamos en el despacho de la Decana e iba haciendo entrada un grupo de autoridades académicas y profesorado de la FENOB. Un gusto conocer gente nueva y a tenor de los temas de conversación que compartíamos, personas con gran interés intelectual y experiencia académica. No pudo acompañarnos la Decana, lamentablemente. Ese mismo día había salido para Chile para defender su tesis doctoral. Luego de saber que por unanimidad le otorgaron la máxima calificación, la Licenciada Nancy M. Mújica Ojeda, de esta forma, se convertía en la primera Doctora en Enfermería de Paraguay, un orgullo para ella, su familia y, desde luego, la FENOB y la Universidad Nacional de Asunción.
En su lugar fuimos atendidos por la Lic. Catalina Sánchez, de quien recuerdo su educación y amabilidad. Almorzamos juntos, el grupo que formamos de aquellos que gentilmente vinieron a encontrarse conmigo. Lo agradezco, proseguimos la conversación, de la que tanto se aprende.
Conferencia en Coronel Oviedo
Luego del almuerzo nos marchábamos al interior. Un viaje de varias horas en coche oficial con ocupantes extraordinarios y chófer experimentado. Gracias Don Hilario. Durante todos estos días me acompañó Arnaldo Aquino, secretario de la FENOB. Fue un lujo contar con él. Todo su tiempo lo dedicaba a asegurar que todas mis actividades se desarrollaran con la máxima calidad. Así creo que fue. Al mismo tiempo velaba por que no me faltara de nada. Así mismo fue, cosa que agradezco enormemente porque su trabajo fue de alta calidad y permitió que nuestro trabajo como servidores públicos impactara en los asistentes de forma importante. Muchas gracias Arnaldo.
En Coronel Oviedo me esperaba mi primer auditorio lleno a rebosar. Magnífica gestión de la convocatoria. El primer tema que iba a tratar en este país era Transformar el aprendizaje con ABP. Estas siglas corresponden a, en mi caso, Aprendizaje Basado en Proyectos, una metodología que no siendo novedosa del todo se presenta con un enorme atractivo hoy porque estamos en pleno cambio y expansión de paradigma educativo. Al menos es lo que se dice, porque en ocasiones es difícil creerlo.
Yo escribí mi primer libro sobre esta cuestión en 2001, después de un viaje a Dinamarca para conocer a fondo el tema de la pedagogía del proyecto. El libro fue LOS PROYECTOS DE TRABAJO EN EDUCACIÓN. Desde entonces he venido escribiendo y enseñando mucho sobre el tema. Los alumnos no son recipientes vacíos sino sujetos conocedores, de forma activa. El secreto del aprendizaje es la intuición puesta al servicio de la curiosidad.
A propósito de secreto… Tras largos años y experiencias como ésta, donde preguntar y escuchar eran algo que me gustaba hacer y hago siempre, en España y en otros muchos países, sentí la necesidad de escribir un libro sobre el fracaso escolar, concretamente LOS SECRETOS DEL FRACASO ESCOLAR. CÓMO HACKEAR LA MENTE DEL ALUMNADO.
Este libro tuvo una aceptación enorme, llegando a ser número 1 a nivel mundial en noviembre de 2018. En él se aborda el fracaso escolar desde una perspectiva nueva.
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