Hace unos días se difundió la noticia de que, “tras años de recortes en los que ha menguado el número de policías, jueces, profesores y médicos que trabajan para el sector público”, este año por fin aumentarán sus respectivas plantillas. Los Presupuestos Generales de 2017 en España presentados en el Congreso recogen un significativo aumento de policías, jueces, guardias civiles, profesores, médicos y sanitarios… Una importante oferta de empleo público que encandila a millones de personas en el país y que ha sido calificado de histórica.
El resumen de buena parte de la prensa es claro
Para este año se calculan 67.000 plazas: 19.000 en la Administración General del Estado, otras 28.144 en las comunidades locales y otras 20.000 en las distintas entidades locales.
En tres años unos 250.000 empleos ocupados hoy por interinos serán fijos. El objetivo es reducir la temporalidad de la Administración Pública al 8% y que estas personas puedan acceder a un contrato indefinido.
Nueve de cada 10 interinos pasarán a ser fijos. Se cubrirán el 100% de las jubilaciones en las áreas prioritarias (Educación, Sanidad y Justicia) y se repondrá el 50% de las bajas en las no prioritarias.
Este es precisamente el esperado reto para millones de ciudadanos que ven una oportunidad, por fin, luego de varios años de “sequía” e incertidumbre en las Administraciones Públicas.
Quieres opositar y quieres aprobar
Si te quieres encaminar con éxito tu oposición, dado que la competencia va a ser muy grande, has de plantearte tu recorrido opositor con garantía. No vale cualquier cosa. La inmensa mayoría de la gente que enfoca la oposición de cualquier manera pierde tiempo y dinero, pierde una parte importante de su vida. Estoy seguro de que no quieres que esto te pase a ti.
Si quieres ser un opositor que se encamine hasta el éxito, tienes que tener en cuenta aspectos tales como: elegir bien la oposición, ser constante, tener una buena organización y un plan de trabajo, afinar las técnicas de estudio, confiar en ti mismo, seleccionar bien el material, elegir el sistema de preparación, etc.
Para no perderte de nuevo en la incertidumbre de no saber cómo enfocar tu oposición, te propongo 3 consejos definitivos para garantizarte el éxito.
Previamente, debes elegir bien la oposición, seleccionar bien el material, elegir el sistema de preparación. Esto es fundamental. Seguidamente, y convirtiéndote en el centro de la toma de decisiones especialmente durante un tiempo, cosa que puede durar años en función del tipo de oposición, debes tener claro lo que te digo.
1) Afinar tus técnicas de estudio
Fundamentalmente si vas por libre o tienes un preparador. En ello, la memoria, su valor y las técnicas que puedes emplear para su desarrollo son fundamentales. La memoria es una gran desconocida y hasta ha sido castigada como algo “malo” por el sistema educativo durante los últimos 50 años. Hoy, sin embargo, sabemos que para ser incluso más creativos hay que desarrollar más la memoria. Pero el caso es que no sabemos cómo desarrollarla más allá de un umbral. No sabemos qué técnicas emplear. Aquí tienes algunas de ellas:
- Técnica del recuerdo.
- Técnica de la primera letra.
- Técnica del palacio de la memoria.
- Técnica del casillero mental.
- Hay, además, técnicas que permiten el desarrollo de algunas de las anteriores de forma exitosa: técnica de lectura veloz y técnica de los mapas mentales.
2) Manejar bien tus emociones
Los factores psicológicos varían el rendimiento de un opositor ante un examen situándolo entre un 60 y un 90 % del rendimiento máximo que podría llegar a obtener, descontando la información básica que todos tenemos bien aprendida. Los problemas aquí son varios: exceso de tensión nerviosa, lo que puede llevar a presentar vómitos, diarreas, mareos, cefaleas, angustia, taquicardias, dolores de pecho o de estómago, etc. El punto final a este cuadro es, incluso, el abandono de la oposición y, también en otros casos, las fobias generadas a las oposiciones. El polo opuesto a esta situación lo presentan aquellos que afrontan una oposición con altas dosis de ilusión y autoestima.
Entonces, las emociones son muy importantes en la vida del opositor. Reflejan nuestro mundo interno. Nos informan de cómo vivimos, en nuestro interior y lo que sucede a nuestro alrededor. Esto nos permite conocernos mejor y satisfacer nuestras necesidades y deseos y entender muchas de nuestras conductas. Siendo así, dirigen buena parte de nuestra conducta y nos ayudan a tomar decisiones. Nos ayudan a adaptarnos a nuestro medio ambiente y nos permiten relacionarnos mejor. Esta es la razón por la que es tan importante aprender a conocerlas y manejarlas adecuadamente.
3) Crear los mejores hábitos
No podemos despreciar los componentes organizativos de la labor opositora. Hay quien dice que las primeras claves de los años que emplearemos estudiando serán el prepararse el examen a conciencia y la constancia. Cuando todos los elementos funcionan de forma sistémica nuestra preparación será integral y perfecta. En ello, los hábitos se convierten en garantía. Hoy sabemos más sobre los hábitos, los cuales siempre han sido reconocidos, pero durante algún tiempo olvidados. Hay quien dice que aquí está la clave, porque los hábitos construyen la persona, la hacen nueva y poderosa. Si eres opositor, los hábitos te pueden llevar al éxito. Una vida (opositora) desordenada te lleva claramente al fracaso.
Podemos entender, entonces, que durante la oposición uno de los elementos más determinantes de la organización y la eficiencia de la misma es la capacidad de desarrollar hábitos que nos permitan realizar nuestras actividades de la mejor manera posible. La importancia de los hábitos se vincula también con la posibilidad de planear y proyectar mejor a futuro y ese futuro no es otro que el examen aprobado y el logro de la oposición.
Algunos consejos: fijar tareas, establecer horarios, usar la técnica del “time blocking”, premiar tus buenos hábitos, etc. Y, también, dormir, alimentarse bien, hacer ejercicio.
Paralelo a ello, aprende a perseverar, sé constante, automatiza comportamientos y rutinas, aprende a decir sí y también no.