Teníamos 54 horas por delante en el Startup Weekend Sevilla. Podía parecer mucho, pero el ritmo del tiempo y el contenido vertiginoso iban a demostrar lo relativo de ese tiempo. Al final 54 horas no iban a ser nada, sobre todo cuando el tiempo iba a ser aprovechado en cada uno de sus segundos. El Startup Weekend Educación Sevilla estaba a punto de entrar en su tiempo más explosivo.
Si quieres leer el episodio 1, donde te cuento qué pasó en el Startup Weekend de Sevilla, puedes hacerlo pinchando aquí.
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Mesas de trabajo y todo un fin de semana por delante
Cada uno de los equipos iba a contar con una mesa de trabajo y un enorme lienzo CANVAS para colocar todo los elementos fundamentales de nuestro proyecto. Íbamos a trabajar con la metodología LEAN. Al minuto dábamos ya los primeros pasos.
¿Nuestras acciones? Comprar un dominio. Comenzar con el naming. Establecer objetivos. Validar las ideas a través de distintos medios (encuestas, salir a la calle…), diseñar y ejecutar un prototipo, un Mínimo Producto Viable (MPV), establecer y validar un modelo de negocio para todo esto.
Una serie de mentores recorrían los distintos equipos de trabajo preguntando cómo íbamos y echando una mano especializada. Era de agradecer. Además, cada día teníamos una especie de rendición de cuentas delante de estos mentores, convertidos por un momento en jueces benévolos, en un ejercicio casi real de presentación de la startup creada a jueces o inversores. Seguíamos aprendiendo.
Y llegó el domingo por la tarde, y nos informan de que tenemos que presentar los primeros. Bueno porque acabaríamos pronto con ese estrés generado pensando que teníamos que presentar delante de todos. Malo porque no íbamos a poder corregir los erróres que otros cometieran, cosa que sí pudieron hacer los demás. Pero la suerte estaba echada.
Votaciones y rendición de cuentas
Acabaron las presentaciones. 5 minutos para cada proyecto. Hay quien decía que era poco, otros que tiempo sufiente. El debate era en vano, esto era lo que había y a ese formato había que adaptar la presentación de nuestra nuestra startup. Previamente nos habían recordado que los jueces iban a valorar fundamentalmente la validación del proyecto, el prototipo / MPV generado y el modelo de negocio desarrollado.
Nos informan de que van a dar 4 premios. A este se añadiría un quinto para los más jóvenes de esta edición. Habían participado 4 alumnos, 3 chicos y una chica, de Bachillerato. Algo loable porque hay que empezar con todo esto a estas edades, ¡incluso antes!
Luego del premio a los más jóvenes, provenientes de dos centros educativos, se da el premio del público. Es el único momento en que hemos votado todos los presentes. Comienza el redoble y se anuncia el ganador. Gran aplauso y un enhorabuena generalizado.
Nuevos redobles para los siguientes premios. Se comienza con el tercero. Y el ganador es: Edubrain. Hay discursos y se sigue con un nuevo redoble. El ganador del segundo premio es: Teachfy. Aplausos, discursos y nuevo redoble. Y el esperado primer puesto es para… Asclepius: una plataforma para médicos residentes de urología.
¿Qué ganamos nosotros?
Una vez que el nombre de nuestro proyecto no ha sido seleccionado para ninguno de tres puestos de cabeza, ni siquiera el del público, toca reflexionar sobre lo acontecido, sobre cada acción realizada en un intenso fin de semana. ¿Hemos ganado algo? Por supuesto que sí. Lo más importante: aprendizaje. Desarrollando esta idea, cómo veo haber sido ganadores también en esta edición del Startup Weekend Educación Sevilla. Lo resumo en tres puntos:
- Dado que hemos sido partícipes en un intenso e inmenso ecosistema de aceleración del aprendizaje, hemos ganado eso precisamente, mucho, muchísimo aprendizaje, en forma de ideas, nuevas y en forma de feedback a las que ya poseíamos, conclusiones, pautas, hábitos, nuevas formas de trabajo, etc. Importa todo aquello que nos lleva de la idea al producto o servicio, no pura teoría. No se trata de cuán buena es tu idea, sino de si otros van a pagar por ella.
- Como hemos estado en un lugar donde las personas y las ideas, dispuestas estas últimas para ser validadas, eran lo más importante, hemos ganado eso también, nuevos amigos y contactos importantes para el desarrollo personal y profesional de cada uno. Las ideas y su validación tienen lugar entre personas, en un camino de ida y vuelta.
- Como todo esto se llevaba a cabo en tiempo récord -54 horas durante un fin de semana-, también hemos podido comprobar lo que somos capaces de hacer a lo largo del tiempo, gestionando el mismo, haciendo un correcto uso de éste. Un gran mensaje para todos aquellos que dicen no tener tiempo. Todo es cuestión de enfoque.
Se podrían decir muchas más cosas, tan sólo añado una, salió de la boca de nuestro facilitador, José Iglesias, cerrando el evento:
«No olvidéis nunca de seguir creando y ayudando a todos los que quieran emprender!
Esa idea de ayudar a los demás me pareció espléndida, José.
¡Gracias José Iglesias!
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