La vida, tal como está diseñada, parece tener cola para todo. El problema es que emprender para algunos también tiene su propia cola. En esta cola todo se posterga y la actitud es la de esperar y esperar hasta que, en la mayoría de las veces, la vida pasa para no acontecer nada. Fin de la historia.
Esta forma de emprender es rara vez fructífera. La apariencia de emprendimiento paciente y meditado no es más que la búsqueda de una autolegitimación para el abandono, a la primera o segunda de cambio. Siendo así, no deberíamos hablar de verdadero emprendimiento. En todo caso se trata de aquellos que emprenden en días contados, proyectos sin historia.
¿Quién es el emprendedor que hace cola?
¿Quién es el emprendedor que hace cola? Pensar bien esta cuestión te lleva a descubrir actitudes que traban el emprendimiento, repito, aun en su apariencia. El emprendedor que hace cola sería aquel que dice de sí mismo:
“Tengo una gran idea, ahora me toca buscar equipo y ponerla en marcha. El éxito está asegurado, sobre todo si elaboro un buen plan y lo ejecuto pacientemente hasta la obtención de los resultados, los cuales llegarán con el tiempo. Sólo tengo que esperar. Mientras, iré revisando todos los cuestionamientos legales, aquello que me pide la Administración, para tenerlo todo en regla”.
Esta es la vía tradicional, la que viene en muchos manuales y ha sido enseñada. Luego están las historias de éxito, en muchas ocasiones en manos de irreverentes emprendedores con una fórmula creativamente fuera de serie y libre de molde con la que consiguen pasar a la historia.
Todo esto no es más que un mito, aun en la perfección del diseño y la ejecución del plan. Mito en el que muchos caen, principalmente porque la Administración y la política han elaborado rutas que sirven como de plantillas sobre las que los emprendedores sólo tienen que rellenar… y luego te dicen “ya sólo queda triunfar”.
Pero, ¿por cuántos se cuentan los triunfos ahí? Piensa.
No tienes que esperar ninguna cola
El verdadero emprendedor no tiene que esperar ninguna cola. Su idea lleva elementos intrínsecos que le permiten el diseño de nuevos espacios para aplicar estas ideas. Es un emprendedor que diseña nuevos horizontes.
En lo personal, este emprendedor destaca por sus actitudes y valores, sus hábitos y cualidades, las cuales le sitúan al margen de ciertas realidades tal como las conocemos. Es como si estos emprendedores corrieran junto a nosotros en una pista llena de vallas, agua y agujeros, mucho viento en contra, etc., pero vemos cómo lo hacen con energía y alegría, disfrutando a pesar de los problemas. ¡Corren con un estilo personal que asombra!
Te invito a leer sobre los grandes emprendedores para descubrir por ti mismo lo que te digo…