Seguimos con el ciclo dedicado a los Proyectos de Trabajo dentro del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). Te recuerdo que en las entradas anteriores he tratado algunos aspectos interesantes de esta innovadora metodología de trabajo pedagógico.
En esta ocasión vamos a seguir con los principios que rigen los proyectos bajo la fórmula del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). Le toca el turno al primero que señalé en un artículo anterior titulado Cuando estuve en Dinamarca, así trabajaban el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). El principio del que hablo se llama Orientación hacia el problema.
ABP amplía los conocimientos
No son pocos los que habiendo usado ABP afirman que está más que demostrado que el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) amplía los conocimientos de los alumnos y desarrolla sus habilidades para hacer de ellos personas más competentes. Si llegamos de nuevo al tema de las competencias te sugiero que leas lo que he escrito sobre las mismas.
Si queremos que esto sea posible es necesario reflexionar en el ámbito educativo hasta definir “qué” queremos enseñar, “para qué” lo vamos a enseñar y, sobre todo, “cómo” lo vamos a enseñar. Repito, estas preguntas son clásicas y a menudo olvidadas por culpa de la burocracia y el peso de las editoriales educaticas, las cuales cercenan enormemente la reflexión sobre estas cuestiones.
En qué consiste este principio
Este principio se entiende como algo sobre lo que el alumno desea poner luz, algo que desea resolver. Algo que quiere comprender en el sentido de poder manejar el conocimiento con soltura. Esto, que puede llegar a ser una necesidad en el alumno, no viene de la nada. Necesite de un empujón desde fuera, en unos inicios reflexivos y motivadores. El arranque es muy importante.
Esta es la razón por la que cuando se habla de este principio se acude a los términos de «curiosidad» o «preguntas» que el alumno tiene o se hace. Fíjate, sin embargo, cuántas veces afirmas que los alumnos parecen no tener interés «por nada». Y sabes, al igual que yo, que siempre hay algo que les motiva, algo sobre lo que muestran interés. Ese algo que debe ser usado como motor-problema sobre el que hay que orientar todo lo demás, con la mayor habilidad posible.
Cuestiones clave
Algunas cuestiones decisivas en este primer principio resultan ser las siguientes. Aquí desempeñar un determinado rol docente es la pieza clave. Trata de responder estas preguntas:
- ¿Cómo podemos llevar a los alumnos, en la primera parte del proceso, a situaciones donde lleguen a mostrar curiosidad sobre una cuestión? ¿Cómo pueden los alumnos preguntarse sobre algo? ¿Cómo los alumnos llegan a ser conscientes de que hay un problema que es susceptible de ser resuelto por ellos mismos?
- ¿Cómo puede construirse un proceso de trabajo que está basado en la curiosidad existente en los alumnos y en el sentido de búsqueda de solución a un problema en el que éstos están interesados?
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