Ni Semanas de la Ciencia, ni Expociencias, que forman parte de nuestra cultura, aunque relativamente, ésa que tiene el objetivo de testimoniar todo aquello de lo que no está convencida con un simple recuerdo, al más puro hacer un poquito de todo para que no quede una huella de nada.
¿Ayudan estas ‘Expos’ a la promoción de la ciencia, y la tecnología también? ¿Ayudan a crear interés por las mismas? ¿Ayudan a crear hábitos científicos (aumentar la curiosidad, el planteamiento de preguntas interesantes, la búsqueda de respuestas creativas, resolución de problemas, etc.)? En mi opinión NO.
Tan cierto es que escuelas y universidades en muchas ocasiones basan su propuesta de valor y el pseudo interés en estos objetivos, proponiendo Semanas, cuando no jornadas, dedicadas a la ciencia, o exposiciones en donde proyectos débilmente producidos y seleccionados y de dudosa utilidad y raigambre científica son mostrados de manera acrítica y desencajada.
El tema es antiguo en nuestra cultura
La cuestión me recuerda la primigenia discusión de Ortega y Gasset sobre la enseñanza de la ciencia y la práctica de la misma, tratando de dilucidar el papel que la universidad tiene en relación a ésta.
Así, teniendo en cuenta que una de las funciones de la universidad es la de la investigación científica, ¿significa esto que todos los universitarios tienen que llegar a ser científicos? Más bien no, pero, con matices. ¿Dónde está el equilibrio y qué hacemos para el logro de esta función? Repito, visto lo que se ve en muchas escuelas de éste y otros países como el nuestro, parece que las Semanas de la Ciencia y Expociencias han sido elegidas como instrumentos preferentes para ganar este objetivo. Por contra tenemos el escaso del interés de nuestros jóvenes por la ciencia (y por la Tecnología, en mayúsculas). El fruto de eso no parece ser más que desastroso, por lo general.
Escaso interés por la Ciencia y la Tecnología
De acuerdo a un informe del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) en tan solo tres años se incrementará de forma notoria la demanda de profesionales STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) en la Unión Europea, alcanzando un 14% del total de las ofertas laborales creadas.
A pesar de la demanda, la cifra de matriculaciones a estas disciplinas ha bajado un 25% en Europa y un 40% en España en lo que va del siglo. Por si fuera poco, no solo se hace evidente un escaso interés de los jóvenes locales por matricularse a estas carreras, sino que además la cuota femenina en las mismas resulta sumamente reducida.
Para que haya más interés por la Ciencia
La tesis de mi colega y amiga la Dra. Alma Dzib Goodin, neurocientífica, de que las especies llevan millones de años adaptándose a su ambiente, nos ayuda a comprender por qué este mecanismo falla y, también, qué propongo de manera sencilla para la devolución del interés por la ciencia y la adquisición de hábitos y competencias “científicas”. Propongo cinco ideas:
- Eventos que dejan huella: aquellos que se prolongan en el tiempo.
- Actividades que crean hábitos: aquellas en las que se implican activamente los sujetos en la práctica permanente.
- Actividades que generan estímulo y energía: aquellas que conectan con los intereses de los sujetos.
- Actividades que incrementan la motivación personal: aquellas que promueven la autonomía, dedican más tiempo al por qué junto al cómo (propósito) y permiten crear trabajo bien hecho (maestría).
- Actividades que transforman a las personas: aquellas que envuelven a las mismas por completo cuidando todo lo anterior desde un proceso de comunicación y diálogo con la misma profundo y cuidado.
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Me ha resultado de mucho interés este artículo, y estoy de acuerdo en muchos puntos de vista que se tratan. En primer lugar, de las veces que he estado (como visitante) en una «Expociencia » he podido observar, como se menciona, la poca utilidad que tienen para crear un fuerte interés por la ciencia, ya que más bien suelen ser un paseo por diferentes estands en los que hay alumnos de un instituto divulgando contenido científico para conseguir mas puntos en la nota final de física y química, o bien diferentes empresas intentando hacer publicidad de algo; ese es el interés que hay. Por otro lado, también pienso que el interés que se genera en una persona sobre cualquier ámbito depende prácticamente de la persona en si, y que por mas que se le bombardee con información y estímulos, si el sujeto no está por la labor, poco hay que hacer. Concluyo con una pregunta. ¿Por qué se estilan tanto las exposiciones de ciencia y tecnología, pero no las de contenido cultural y artístico, por ejemplo?, muy posiblemente despierten el interés de tantos aquellos que no sacan nada de las expociencias.