Los problemas del alumnado en Secundaria

Sigo la máxima de Dan Pink cuando afirma «Pregunta a los estudiantes». ¿Por qué? Porque habitualmente se les pregunta poco. ¿Y por qué esto? Seguramente no es fácil la respuesta, pero se me ocurre ahora que hacer preguntas puede ser sencillo, pero obtener respuestas puede resultar inquietante, desafiante, hasta molesto. De nuevo, ¿por qué? Porque no sabemos, porque generan preocupación, porque ponen luz donde no lo había, porque nos dejan en mal lugar… Nos puede pasar a cualquiera.

Pero me gusta preguntar. Y veo que se obtienen respuestas, las que son, tremendamente interesantes.

Comenzaron mis clases en el Máster de Formación del Profesorado de Secundaria. Este año grupos de graduados en Biología, Geología, Física, Química, Ingeniería, Lengua, Idiomas Extranjeros, Medicina… Dos grupos de gente muy interesante. Un lugar para contar cosas que sabes y, además, para seguir aprendiendo.

El profesorado de Secundaria responde

El primer día hicimos una actividad, en realidad una pregunta. ¿Qué problemas hay en cada uno de estos cuatro elementos que nos afectan: sociedad, institución educativa, profesorado y alumnado? Nos dividimos en grupos y varios de ellos trabajaron cada cuestión. Cuento hoy en este primer post algunos de los problemas que se detectaron sobre uno de estos componentes: el alumnado.

No hay que leer mucho sobre sus respuestas para advertir que el primer problema en importancia, en el que todos coinciden, es la cuestión de la desmotivación del alumnado. El mismo se ilustra con términos como falta de interés, aburrimiento dentro del aula. También se habla de falta de atención.

Otra cuestión que destaca es aquello que tiene que ver con las habilidades intelectuales del alumnado en los espacios educativos. Hablamos de poco dominio de las técnicas de trabajo intelectual (hábito de estudio, habilidades para el trabajo intelectual, concentración, etc.). A eso añadimos escaso pensamiento crítico, mal uso de las nuevas tecnologías, poca creatividad, etc.

Y cierra, pero no menos importante, los problemas conductuales: falta de respeto, falta de escucha activa, problemas emocionales, etc., problemas que muchas veces conectan con otros que se viven a nivel familiar.

Con este panorama, ¿es posible bajar la cifra en Secundaria en España del 18% de tasa de abandono prematuro y más del 50% de fracaso escolar?

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6 respuestas a “Los problemas del alumnado en Secundaria”

  1. MARIA VICTORIA REDONDO MÁRQUEZ dice: Responder

    Contestando a la pregunta que finaliza el escrito, claro que es posible poder bajar esa cifra, ponemos siempre el ejemplo de la desmotivación de los niños, pero probablemente detrás de eso exista una serie de problemas que los maestros y maestras que están en el aula no puedan verlo. Por eso es importante que en cada centro escolar exista una persona especializada para hablar y que los alumnos se despachen a gusto hablando y les cuentes sus problemas e inquietudes.
    Por ahí, pienso yo que también se podría enfocar esta problemática y probablemente esa cifra pueda bajar dentro de unos años.

  2. Ainhoa de la Villa Infante dice: Responder

    Bajo mi punto de vista sí que se puede hacer que cambie esta cifra, pero para ello deben implicarse tanto el profesorado como el alumnado.
    Como bien se habla en este artículo se sabe que la mayoría del fracaso y abandono escolar viene de la mano de una desmotivación muy fuerte ante los estudios.
    Por tanto, debemos plantearnos si realmente las clases se están impartiendo de la manera adecuada. Aquí es donde entra el papel del docente, que debe hacer sus clases lo más participativas y dinámicas posibles, a la vez que enriquecedoras de contenido.
    Por otro lado, si el alumno o alumna ya viene con una actitud negacionista a aprender, por mucho que el profesor o profesora lo intente no va a conseguir más que desmotivarse a él mismo por no conseguir su objetivo.
    Reitero que sí se puede bajar esta cifra pero para ello debe de existir cierto compromiso por parte de todos.

  3. Lola Haro Escudero dice: Responder

    La pregunta con la que el post acaba me parece interesante y profunda, por lo que me gustaría dejar mi opinión. Para mí si que sería posible cambiar las cifras de abandono escolar prematuro y de fracaso escolar. Pienso que parte de la culpa la tienen los docentes, como bien se ha comentado en el post, desde la falta de motivación del alumnado, normalmente derivada de la falta de interés por parte de los profesores de que la materia sea más atractiva, hasta la falta de atención de los alumnos/as por el aburrimiento que les puede causar una asignatura.
    Otra de las causas que son menos nombradas es la situación personal de cada alumno/a dentro de sus casas. El fracaso o el abandono escolar puede ser provocado también porque en su casa no existan buena situación económica y el alumno/a tenga que empezar a trabajar para traer dinero a casa o no solo en el ámbito económico, también la educación que reciba en su casa, tendrá unas consecuencias en su recorrido académico, pudiendo encadenar a uno de los problemas nombrados anteriormente.

  4. Irene Pérez Valencia dice: Responder

    Respondiendo a esta pregunta; ¿es posible bajar la cifra en Secundaria en España del 18% de tasa de abandono prematuro y más del 50% de fracaso escolar? yo pienso que siempre hay una solución para todo, por lo que hay una solución al abandono y al fracaso escolar, lo que pasa es que al gobierno le conviene más que solo estudien los que posean dinero o los que sean niños/as prodigios .
    Actualmente, hay muchos adolescentes que están estudiando porque sus padres les obligan a hacerlo pero, en realidad, ellos no sienten motivación para seguir adelante o muchos de ellos se cansan y abandonan los estudios. Esto se debe a que el sistema educativo nunca ha sido «atractivo» hacia el alumnado, por lo que nosotros como docentes tenemos que cambiar eso, para que cada uno de los niños/as pueda aprender de una forma más «llamativa», interesante, con estrategias y metodologías fuera de lo común, estar más tiempo fuera de la clase que dentro de ella… para que capte la atención del alumnado y se sientan más motivados a la hora de ir a clase. También pienso que algunos docentes tienen cierta culpa al incitar al fracaso o al abandono escolar, porque por ejemplo; un niño/a que se esfuerce pero no consigue los resultados no hay que decirle que se dedique a otra cosa, sino a incitarlo a que siga intentándolo para conseguir sus metas futuras. Ya que hay docentes que dicen «si no vales para estudiar vete a trabajar a una peluquería» en esa frase ya está incitando al alumnado a que abandone la escuela, desinterés, falta de motivación, malos resultados académicos…

  5. Ana Iglesias Villarán dice: Responder

    Contestando a la pregunta final del post, me gustaría dar mi opinión.
    Para mí sí que es posible disminuir las tasas de abandono y fracaso escolar desde una intervención en la que la reinventarse como docente es lo primordial.
    Como se decía en el post, uno de los problemas educativos es la falta de motivación en el alumnado, lo que puede ser la causa de futuras conductas problemáticas, falta de atención y/o resultados académicos desfavorables.
    Ahora bien, como futura docente creo que la intervención debe de realizarse mediante la renovación de actividades, estrategias y metodologías de dar clase para cambiar el enfoque académico.
    El sistema educativo en mi opinión está anticuado pero no podemos seguir esperando sin resultados que este cambie, debemos de comenzar a actuar como docentes, para comenzar también a visualizar nuevos resultados en el alumnado.
    Un docente tiene la capacidad de hacer que un contenido que a primera vista no te resulta atractivo, te acabe pareciendo interesante; pero también puede ocurrir a la viceversa, y esto último es lo que debemos evitar los maestros y maestras.

  6. Carmen Díaz Cruz dice: Responder

    El autor opina que la raíz, de esa falta de preocupación o esa falta de interés por saber el qué piensa el alumnado sobre determinados temas es principalmente la persona, uno mismo.
    Para mí como futura docente, creo que está en quiénes nos educan y no en el propio alumnado, ellos para mí son como trozos de arcilla que se adaptan a un molde, el cúal somos los educadores quiénes lo diseñamos.
    Quizás sea necesario preguntarse antes: ¿Qué puedo hacer para yo, para cambiar algún matiz en este problema? (aplicable a nivel de sociedad, educación, valores…)

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