Emprender no es tarea fácil. Me refiero a emprender en el sentido amplio y completo de la palabra. Levantar la mano, preguntar y preguntarte, moverte, ser crítico, tener voz propia, responder con criterio, tener ganas y motivos. Todo esto es emprender. Algo que sólo el ser humano puede hacer.
Quienes así lo hacen, quienes así son, hablan de sí mismos como personas que han recuparado la libertad, se han reinventado, recuperan la felicidad. Esto no es poca cosa. Es decir mucho.
Emprender es ciertamente una actitud, a la que puedes sumar una aptitud. Ambas están llenas de barreras, de impedimentos que se proyectan desde dentro o desde fuera de ti mismo. La incertidumbre, los temores, la falta de formación, de horizonte, de ideas, desinflan la capacidad de emprender. Y esto lo demos a diario.
Pese a ello, hay formas de superar las barreras, sean éstas las que sean. Aquí te propongo un sencillo listado de 3 cosas que debes comenzar a hacer hoy mismo.
Comienza hoy mismo
Decisiones, acciones, hábitos. Tú eres el que decides. Lo que hagas te liberará y te permitirá escenarios de conquista. Estas 3 cosas te van a ayudar.
- Aprender a vivir con incertidumbre. Es lo que hay, no tenemos el control de todo. Cuado lo entiendes ves, incluso, que tenemos muy poco control sobre las cosas. Por eso es bueno aceptar la incertidumbre, como algo dado con lo que tienes que vivir y en cuyo marco tienes que emprender. Para ello gana conciencia de las cosas, lebérate de lo supérfluo, acepta y decide, no seas tan reactivo, sé más proactivo.
- Ser humilde. Se ha escrito tanto sobre esto. Decía Ruskin sobre la humildad: «estoy convencido que la primera prueba de un gran hombre consiste en la humildad». Y Cicerón: «cuanto más alto estemos situados, más humildes debemos ser».¿Qué cosas puedes hacer hoy mismo para que la humildad te ayude a llegar más lejos? Aquí tienes algunas acciones que debes hacer hoy mismo: Procura descubrir lo mejor de cada uno. Elogia sinceramente a los demás. No te demores en admitir tus errores. Sé el primero en disculparte después de una discusión. Admite tus limitaciones y necesidades. Sirve a los demás.
- Compartir. Se aprende a compartir. Se aprende a ser egoísta. Se aprende a ser generoso. Proponte cooperar, colaborar, respetar el turno. Aprende a estar a gusto en los distintos ambientes. Pregunta y preocúpate por los demás. Reflexiona sobre tus emociones cuando hagas todo esto.
Algo que aprendí en Irlanda
Recuerdo en Irlanda, yace ya muchos años. Hacía mi Doctorado en el St. Patrick’s College de Maynooth. El trato de mis memotres era maravilloso, no podía sentirme mejor en un país de acogida en donde iba a pasar varios meses de mi vida, trabajando duro, aprendiendo, y madurando mi forma de ser.
Estos mentores, colegas del Centre for Adult and Community Education eran, fundamentalmente David McCormack y Fintan Harrison, profesores del Centro. Un día, con ocasión de una visita a la sede central de AONTAS (The Irish National Adult Learning Organisation) en Dublín, acompañando a David McCormack por las calles de esta bella ciudad, tuve una conversación que, 20 años después, aún recuerdo. En resumen, pregunté a David:
―¿Cómo puedo pagaros todo lo que estáis haciendo por mí que es muchísimo?
A lo que David respondió sin detenerse, con una breve sonrisa en los labios, mientras pisaba aquellas hojas secas del invierno húmedo y gris irlandés:
―¡Haz tú lo mismo por tus alumnos!