Después de leer el último post de Salvador Rodríguez Ojaos, el autor de El blog de Salvaroj, me he parado a pensar cuántos años llevan temas como éste comentándose sin que notemos, por lo general, un avance significativo. No digo que el autor del blog, Salvador, a quien hay que agradecer tratar este tema nuevamente, no lleve razón. Es más, se la doy completamente. Pero da pena ver en ocasiones el panorama en muchos centros educativos para comprobar hasta qué punto el subtítulo de su blog –Reflexiones sobre la educación en tiempos de crisis– enmarca la crisis del modelo educativo que, al menos en España, no encaja con por lo menos el 25% de su alumnado. Este alumnado, te lo recuerdo, suele estar fuera del sistema educativo sin el título mínimo.
Me gustaría comentar las palabras de Salvador. Son reflexiones muy apropiadas, pero sobre ellas quiero colocar algún punto que considero necesario de ser resaltado.
Educar no es enseñar
Salvador no habla de la escuela, pero es más que probable que se refiere a ella. Tampoco habla de enseñanza, propio de la escuela. Ojo, también la educación es propia de la escuela. Pero educar es algo más amplio que abarca realidades muy distintas de la vida tal como la conocemos. Educan la escuela, las familias, los medios de comunicación, las redes sociales, los clubes, los amigos, etc.
Enseñanza y aprendizaje son propios de la escuela. Mi amiga la Dra. Alma Dzib Goodin, neurocientífica de renombre internacional, quien lleva buena parte de su vida estudiando el misterioso proceso de aprendizaje, afirma que aceptar que el cerebro humano sigue evolucionando y que el aprendizaje no es algo que pueda ser radiografiado por una prueba aplicada en un momento específico, sino que depende de la comunicación sináptica, el desarrollo de estructuras, intercambios proteicos y de neurotransmisores, hace al aprendizaje un asunto más complejo que la currícula educativa no toma en cuenta.
Decir aprendizaje es decir bastante para la escuela, probablemente todo. Esto está en el origen del cambio de modelo educativo necesario, que tanto pregonan autores como Sir Ken Robinson o Richard Gerver.
Por eso cuando Salvador Rodríguez Ojaos se refiere continuamente a la educación, tal vez debería decir enseñanza, porque en concreto nos centramos en el papel que debe desempeñar la escuela. Y discutiendo sobre ello, tal vez mejor hablar de aprendizaje.
Si tomamos a la educación como objeto de nuestros comentarios, tal vez lo mejor es ser prudente porque millones de personas educan a su manera, como pueden y, sobre todo, influidos por millones de estímulos que se dan en el ambiente, muchos de ellos igualmente pura manipulación. Pero, este es el panorama.
5 razones para reflexionar, con calma, sobre la enseñanza
Me propongo ahora comentar las cinco reflexiones que este autor desarrolla en su post. Enumeradas aparecen las mismas según su texto original. Más abajo dejo mi comentario.
Dice Salvador: 1. Porque la educación tiene que ser adaptativa. Debe servir para conseguir que las personas sean capaces de aprender a lo largo de toda su vida, que sean capaces de adaptarse a los cambios y a enfrentarse a los desafíos y retos de la vida.
Mi comentario: 1996 fue declarado en Europa el año del aprendizaje a lo largo de la vida. Se decía: Education is a Lifelong Learning Process. Desde entonces no se ha vuelto a hablar de este tema. La enseñanza parece trabajar con objetivos finalistas. Tienes que saber esto o aquello, pero sobre dejar una semilla o una competencia que te permita seguir creciendo y hacer transferencias de lo aprendido ni una palabra. Hay quienes terminan con el deseo de aprender destruido, cosa que comenté en su momento.
Dice Salvador: 2. Porque la educación debe ser ética. Debe servir para mejorar el mundo: para tener conciencia ecológica y no desaprovechar los escasos recursos de la naturaleza, para participar de forma activa y responsable en pro del bien común…
Mi comentario: Me pregunto qué hace ética una «enseñanza» basada en un enorme listado de contenidos, muchos ellos poco significativos para los alumnos. Contenidos, además, que deben aprehender sin más fuerza que porque lo dice la norma. ¿En qué parte del temario aparece lo ecológico, más allá de algún puntito suelto, como para que deje huella? ¿En qué momentos te enseñan en la escuela a participar de forma activa y responsable en pro del bien común? Me cuesta encontrarlo. Hay muchas cosas que chirrían en la escuela.
Dice Salvador: 3. Porque la educación ha de ser crítica. Debe servir para formar personas capaces de pensar por sí mismos, capaces de replantearse lo establecido.
Mi comentario: De acuerdo que debe ser crítica. Pero entonces, ¿por qué hay tantos alumnos con miedo a levantar la mano, a expresar su opinión? ¿Por qué el sistema no se ha volcado haciendo verdaderamente protagonista al alumnado? ¿Por qué las habilidades de comunicación en la escuela están tan poco desarrolladas, siendo éste un vehículo fundamental con que los alumnos expresan su opinión, diferente…?
Dice Salvador: 4. Porque la educación tiene que ser colaborativa. Debe servir para que las personas seamos capaces de trabajar juntas, de aunar esfuerzos, de cooperar…
Mi comentario: Más vuelta sobre estas importantes cuestiones, todo relacionado, misma matriz: un modelo de ser humano, pero que no termina de lograrse en la escuela. El trabajo colaborativo, por equipos, la cooperación, no es precisamente lo que más se valora en la escuela.
Dice Salvador: 5. Porque la educación tiene que ser creativa. Debe servir para que las personas seamos capaces de ir más allá de lo establecido, que tengamos una mirada disruptiva. Y eso requiere de tiempo.
Mi comentario: Si somos críticos podemos ser disruptivos, si no se dan las condiciones de lo primero, la disrupción y la creatividad no encuentran más que obstáculos.
Agradezco una vez más a Salvador por su post. Pero entiendo que es necesario que legisladores y promotores del sistema educativo sean más valientes, a este paso tardaremos 200 años en cambiar de paradigma educativo y, para esa fecha, ya estaremos todos muertos. (¡Y nuevamente tendrá razón Joan Boluda!).
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